Venezsia, Venezia, Benetke.......

Pues he estado media desaparecida, tanto por razones de viaje, como por razones ocultas que ni yo puedo responderme. El asunto es que fuimos a visitar a la familia de mi gondolero, en Italia y en vista de que estaríamos cerca de Venecia, no pudimos evitar pasar por ella. (ni tampoco contenerme de meter un montón de fotos en el blog)

Es más de Venecia, "poco es lo que se puede decir", de una ciudad tan reconocida, tan vista, tan fotografíada, retratada, escrita...y bueno, hasta mal me siento de hablar de ella sabiendo tan poco. En un día y medio, recorrimos lo que pudimos de tan enigmática ciudad. Callecitas, puentecitos y placitas. Todo maravilloso, y como tantos miles, la retratamos nuevamente como a una obra de arte viviente, que no deja de perder popularidad, a pesar de sus zonas en abandono y decadencia.

Los siglos que corren por sus canales y pequeños edificios de habitación, hacen de esta pequeña urbe acuática una auténtica e incomparable ciudad en medio de unas islas. Cuanta historia corre por sus venas, y una con que ignorancia recorre sus rincones, sin imaginarse todo lo que ahí habrá sucedido. Pintores, artistas, mujeres y hombres que vivieron ahí dejando un pedazo de piel.

Sus espacios, callejuelitas, las llaman “calles” en dialecto veneto, y algunas son de hasta un metro de ancho. Las muchas sábanas tendidas en los balcones,  evidencian que además del turismo, hay gente viviendo allí. La ciudad cuenta con aproximadamente 60 000 habitantes fijos. Entre 20 y 22 millones de turistas al año pasan por esta ciudad.

. Muchos de los antiguos habitantes se han ido a vivir a los alrededores de la ciudad, (pues los alquileres son muy altos), y si antes fue una isla, una franja une la isla con tierra firme, por donde pasan varias lineas de tren, tranvía y una carretera. 

Si bien a Venecia, entran autos, es solo hasta una zona de parqueo, pues lo que es la ciudad antigua, no hay auto que entre o bicicleta que ande mas de unos metros sin que se encuentre un puentecito o escaleras. Las personas con movilidad limitada no son muy bienvenidos/as en esta ciudad. Es una ciudad exclusiva para peatones, pues hay que subir y bajar puentecito. 

Tiene un canal, que vendría a ser como una avenida central, es el más ancho de todos los canales, y atraviesa la ciudad haciendo unas cuantas curvas. Por ahí se mueve el transporte público en barquitos llamados “vaporetto” que tiene varias líneas y te lleva a variadas islas. Para ir de una punta a la otra, entre las tantas paradas, dura aproximadamente 30-40mn. Muchos habitantes tienen sus lanchas privadas y luego hay taxis-lanchas privadas a motor. También hay miles de góndolas con sus respectivos gondoleros. Con solo haber estado uno solo día, uno sueña con ella. Las imágenes de la ciudad recorren los sueños, como collages en movimiento donde las aguas suben y bajan. Esta ciudad tiene un efecto inconsciente sobre una, que no te deja. Vivir ahí debe ser toda una experiencia, aunque la costumbre te hace dejar de ver lo maravilloso que te rodea. Aquí la vida está relacionada con el lago, las mareas,  que en ciertos períodos inunda alguna de las zonas más bajas  y entra hasta los corredores de las casas. En las pantallas informativas están siempre anunciando las horas pico de la marea, pues en marea alta se generan sus  inundaciones. Se dice que están haciendo planes para prevenir futuras inundaciones. 

Fotos: Daniele Vidoni