Venecia, canal con bote |
Buscando en la red de artistas
transartists, me puse a buscar posibles lugares para una residencia
artística de verano, los países que más me interesaban eran Italia, España
o Portugal(Por razones de idioma y climáticas). La residencia que
más me llamó la atención y que estaba dentro de mis posibilidades,
es una residencia en una asociación de grabado ubicada en Venecia.
La residencia en el Lab 43, ubicada a 10mn de Venecia en el Forte Marghera, se especializa en las técnicas de grabado. La posibilidad de aprender técnicas que
nunca había experimentado, no tener que llevar todos mis materiales,
la cercanía y precio del vuelo, más la posibilidad de estar 2
semanas de residente en Venecia eran definitivamente un factor que me
llamaron poderosamente la atención.
El hecho de haber visitado anteriormente la ciudad y de conocer el idioma fueron también factores
decisivos, ya que quería realmente poder comunicar y poder entender
lo que se decía a mi alrededor, y de lo que me iban a enseñar, cosa
que a veces es muy cansado cuando uno vive en Alemania y a veces
siente que a pesar de entender bastante hay que invertir mucha
energía en la comunicación, y la verdad quería aprender sin
estrés.
Camino principal del Fuerte Marghera |
Se puede ir por una, dos semanas o
hasta por un mes, todo depende del bolsillo y el tiempo. De esta
manera me comunicaron los precios para dos semanas y la verdad me
pareció que dentro de todo, era asequible y ofrecían bastante.
Apartamento en Venecia, almuerzo diario y el uso del taller, materiales básicos
y apoyo necesario. No pasaron más de 2 semanas en correos que van y
vienen que me decidí a sacar el ahorrillo que tenía para
emergencias y decidirme a lanzarme a esta nueva experiencia. Para eso trabajo tanto, al menos invertirlo en
mi misma, en lo que me gusta, pensaba. Y desde el momento en que me
confirmaron todo, estaba curiosa de saber como sería esa experiencia
de estar en residencia, durante 2 semanas, en pleno verano, dedicada a aprender y crear.
Debo decir que la experiencia fué
simplemente maravillosa, de esas experiencias que te gan ganas de
vivir nuevamente, que le dan un sentido a la existencia, de esas que
uno dice, de eso se trata la vida, hay que buscar esos momentos, hay
que promoverlos y encontrarlos. El primer fin de semana había un
workshop de Litografía abierto al público, donde experimentamos
todos por primera vez el trabajo con las piedras, su proceso de
pulido, y finalmente la impresión en papel
con una máquina de finales de SXIX restaurada por la misma
asociación.
Máquina litográfica |
El resto de la residencia me dediqué a
experimentar con técnicas como la Xilografía, Linóleo, Aguafuerte
y Aguatinta en jornadas completas de 10 de la mañana hasta a veces
pasadas las 20:30...cosa que normalmente debería ser hasta las
18:00, que son los horarios de apertura. El acompañamiento y ayuda
de la gente del taller era indispensable y fueron muy atentos en todo
momento. Para los que ya saben de todas estas técnicas tal vez no
necesiten tanto apoyo, pero en mi caso, que todo era nuevo, si era
imprescindible recibir algunas directrices, si bien el resto del
trabajo lo realizaba sola.
Ahi me di cuenta que los años de
dibujo y pintura son muy importantes a la hora de encarar
técnicas nuevas, y que la técnica en si misma no aporta mucho si uno mismo
no tiene algo que aportar a la técnica y jugar con ella. Con cada
técnica realicé uno o dos trabajos y me siento muy contenta con los
resultados.
El taller Lab 43 |
Los responsables de la asociación Lab
43 es un grupo de jóvenes entusiastas del grabado, que con mucho
cariño y pasión llevan adelante un taller bien montado, imparten
diferentes talleres durante el año, trabajan en sus cosas y desde
hace poco abrieron la posibilidad de las residencias para artistas de
todo el mundo.
Durante el período que yo estaba era la única en
residencia, pero habían estudiantes y otros artistas locales trabajando durante el
verano. Está abierto a personas con o sin conocimientos previos del
grabado. El idioma predominante es el italiano, pero también
hablan inglés y algo de español, aunque si uno tiene unas bases de
italiano y siendo hispanohablante, realmente no es tan difícil
comunicarse.
Zona de restaurantes y bares del Forte Marghera |
El lugar donde se ubica el taller, es
un fuerte de la época de Napoleón que estuvo abandonado por un
tiempo y luego empezó a ser ocupado por artistas y luego una
cooperativa social remodeló y llenó de vida el lugar con varios
restaurantes y bares, haciendo del Forte Marghera uno de los pocos
lugares en Italia donde se encuentran talleres de artistas, tanto
independientes como colectivos, así como talleres de verano para
estudiantes de algunas universidades y un galerón de restauración
de botes y barcos medianos. Durante el día y la noche, la gente de
Venecia y Mestre visita mucho el lugar para comer y beber, ya que no
solo es un lugar muy agradable y lleno de naturaleza, sino que además
los precios son cómodos y la comida bastante buena.
Linóleo con dos colores, il ponticino. |
El fuerte está rodeado de agua y en
tiempos pasados se llegaba allí en bote a Venecia,(para los que
tienen una lancha, también lo pueden hacer hoy día) pero la mayoría
lo hace en bus o en automóvil y se encuentra a pocos kilometros de
Venecia, 10mn en bus o en las afueras de Mestre rumbo a Venecia. La residencia incluye el almuerzo
diario en uno de los restaurantes del Fuerte y un pequeño apartamento
sencillo pero con lo básico en el centro de Venecia en una zona muy céntrica, donde se
podía ir a pie a muchas zonas de la ciudad y la posibilidad de estar
en Venecia y caminar por sus laberínticas calles.
El hecho de estar
dos semanas yendo y viniendo por Venecia, conocer un poco más de la
vida local y dedicarme a tiempo completo a crear en medio de un
caluroso verano, hizo de esta experiencia una de las más hermosas y
motivantes que he tenido en los últimos tiempos. Claro también
depende de cada uno cuanto quiere trabajar y cuanto quiere dedicar a
disfrutar de la ciudad, y en ese sentido son flexibles y se puede
hablar. En mi caso me dediqué mas que todo a trabajar y un fin de
semana para visitar la bienal, pasear e ir a la playa de Lido.
Primera Xilografía, me encantó la xilo. |
Después de dos semanas de intenso
trabajo, buena comida, vino, verano, Venecia y gente linda, uno
quisiera que durara por siempre, y como pasa siempre, uno quisiera
no irse, pero la vida es así y en los períodos extraordinarios de la
vida, no rutinarios, fuera de lo conocido, uno siente la vida más
intensamente. Todo tiene su final, y he vuelto muy feliz y satisfecha
con esta primera experiencia de residencia en el Lab 43, y con ganas
de ponerme a trabajar en algún momento, y no perder la fuerza que me
ha dado esta breve pero fructífera estancia en Italia. También con
ganas de volver y no perder el contacto o de experimentar en otra
residencias, o ''en sueños'', dedicarse a recorrer residencias
alrededor del mundo algunos meses del año. Recomendado al 100%.
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