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sábado, 16 de mayo de 2015

Libros: Un Mundo deslumbrante de Siri Hustvedt


Una lectura de las tantas posibles de Un Mundo Deslumbrante de Siri Hustvedt. El libro ahonda en la vida de Harriet Burden una artista y erudita neoyorquina muy acomodada en forma de investigación post-mortem. Una reconstrucción realizada por una académica interesada en su obra y los misterios e incertezas que existían alrededor de sus últimas obras antes de morir, en las que decidió llevar a prueba un plan para (de)mostrar  la premisa de que la obra según quien la exponga y especialmente si es un hombre, tiene mayor impacto y mejor recepción en el sistema del arte.


Esto porque Harriet Burden estaba convencida de que “Todas las creaciones intelectuales y artísticas, incluso las bromas, las ironías o las parodias, tienen mejor recepción en la mente de las masas cuando estas saben que en algún lugar detrás de una gran obra o de un gran engaño se encuentra una polla y un par de pelotas.” Harriet quería demostrar su teoría de que las mujeres artistas se enfrentan con un mundo del arte hostil y mayoritariamente masculino y competitivo. Su propia experiencia y la invisibilidad de tantas otras artistas del pasado eran fundamentos claros para ella de que ahí había algo por investigar. Su feminidad, su ser mujer-creadora, con una personalidad fuerte y a la vez madre y esposa - al final de su vida viuda - de un poderoso marchante de arte en Nueva York, influía en la percepción y recepción de su obra y le restaban méritos a su trabajo. 

Me parece que también quería demostrar que no es tan importante la obra, sino quién la realiza, quién y donde se expone y de paso poner en evidencia el mundillo del arte. Y que el público y el enjambre del sistema del arte de una clase social histórica deciden que es arte o no y sobre todo quién es el artista y quién no. Que las burguesías no necesariamente escogen y ensalzan a los mejores artístas de su época y también se equivocan y pueden tener gustos pasajeros y superficiales.


De esta manera la investigadora Hess, se da a la tarea de investigar y contactar a las diferentes personas cercanas a Harriet que puedan construir relatos de sus recuerdos y dar su versión de quién era ella y que pasó durante esa época en la que ella lleva a cabo su plan de los 3 Enmascaramientos.
También cuenta con los abundantes diarios que escribió Harriet, así como con textos que ella creó usando nombres falsos y que hizo llegar a revistas contando de su proyecto.

Por lo tanto es una construcción polifónica y vamos descubriendo a través de las diferentes voces las diferentes facetas de quién era ella, quienes eran los 3 artistas involucrados en los enmascaramientos y la puesta en escena de sus experimentos, con el mundo del arte de Nueva York como escenario y con la caída de las torres gemelas como referente histórico. 

Atestiguan su hija e hijo, el novio que Harriet tuvo en los últimos meses, uno de los artistas que se prestaron para el juego de enmascararse, un periodista y biógrafo de otro de ellos ya fallecido(Rune), algunos galeristas, la mejor amiga de Harriet desde la infancia, la exnovia del primer enmascarado y uno que otro más por ahí....

La idea que más me quedó dando vueltas en la cabeza después de la lectura, es la idea de las percepciones. Es decir sobre el asunto de que según quien exponga o diga o comente o haga lo que haga se verá de una manera u otra, porque eso querría decir que la obra en sí, no tiene tanto valor, sino las relaciones de las personas que giran en torno al mundo del arte y en torno al creador/a. 

Vale decir que en el libro queda desenmascarado el mundo del arte neoyorkino y lo dejan en evidencia como un mundo superficial, lleno de intereses, de adinerados especuladores y gente bastante ignorante y superflua a la que poco le interesa realmente la obra y a la que le interesa más ese misterio suspendido en el mundo del arte, entre las apariencias, el dinero y el que dirán. 

Eso me hace pensar que quizás en vida muchos artistas puedan estar en la gloria pero después nadie se acuerda de ellos, mientras que muchos artistas que quizás no estuvieron en boga en su tiempo, pueden ser reconocidos o redescubiertos décadas o siglos después. ¿Cuantos artistas les fue reconocido su trabajo en vida?. Seguramente no a muchos. Pero en vida todo artista, como cualquier otra profesión, querría que haya un reconocimiento tanto económico - que le permita seguir trabajando - así como un reconocimiento social. Allí está quizás parte del meollo del asunto, en que Harriet como creadora e intelectual, durante la mayor parte de su vida, nunca fue tomada en serio, su obra nunca pareció atraer a los coleccionistas y críticos del arte, cosa extraña sabiendo que su esposo era uno de los más poderosos marchantes de Nueva York y tenía las mejores conexiones a su alcance.

¿Es que su esposo no la apoyó?,¿Porqué ella no utilizó los contactos de su marido?. ''Ser la esposa de'', es una pesada carga de la que no podrá librarse Harriet, ni aún siendo la ''viuda de''. 
En una de las sesiones semanales con su amiga de toda la vida, sentadas en un café, su amiga recuerda esta conversación p274:

''Harry quería saber si yo recordaba los grandes planes de futuro con los que ambas fantaséabamos en nuestra adolescencia. Las dos íbamos a ser mujeres famosas ¿te acuerdas?. Sí, me acordaba. Harry me sonrió. Nos esforzamos en ser unas mujeres informadas y concienciadas. ¿Te acuerdas?. Me acordaba. Pues no sirvió de nada, dijo Harry. Lo que yo logré fue construir una falsa concienciación. Había logrado ser una artista, es verdad, dijo, pero nadie puede ser un artista cuando siempre da prioridad a cualquiera otra persona o cosa y relega su obra a un segundo plano.''

Harry(Harriet) al final de la conversación termina llorando desconsoladamente.¿Porque muchas mujeres terminamos relegando nuestros intereses a un segundo plano?, ¿Porque no podemos ser simplemente egoístas?, ¿Nuestra neuro-biología ancestral nos determina a ser del otro, para los otros, a los que hay que cuidar?, ¿Cargamos acaso las mujeres con una especie de condena ancestral?, ¿Sin nuestra labor de cuidados no hay mundo, no hay especie, ni reproducción posible?.¿El cuidado y la competición no son compatibles?. Las mujeres han demostrado que pueden realizarse en sus carreras, ser existosas y tener familia al mismo tiempo, ¿pero porqué en las artes y especialmente en el rol de creadoras, las cosas no parecen ser aún tan fáciles?.
Estas ideas me llevan a una lectura que me pasaron el otro día, sobre la situación del arte en España, donde se discutía de que las mujeres aunque hoy en día son mayoría en las escuelas de arte, con el paso de los años, se van ubicando mayoritariamente en las funciones de la gestión cultural. Patricia Mayayo en su texto: El Imperio de las ''señoras''. Orígenes de un mito fundacional o el acceso de las mujeres a la institución arte, dice:

''¿Y por qué la desigualdad entre hombres y mujeres parece mucho más difícil de romper en el terreno de la creación que en el de la gestión cultural? Quizá una simple consulta al Diccionario de la Lengua española de la Real Academia pueda ayudarnos a despejar esta segunda incógnita. El verbo ''crear'', que proviene del latín creare, se define en su primera acepción como ''producir algo de la nada''; por ejemplo, prosigue el Diccionario, ''Dios creó cielos y tierra''. Por otra parte, ''gestionar''(del latin gesto, -onis) se describe como ''hacer diligencias conducentes al logro de un negocio o de un deseo cualquiera''. El paralelismo entre creación divina y creación artística es - como bien ha desmotado Christine Battersby en su libro Gender and Genius - un topo de la tratadística artística occidental al menos desde el Renacimiento. Si a la mujer le correspondía el ámbito biológico de la procreación, al varón le pertenecía el territorio espiritual de la creación: el genio, la autoría (y las auctoritas que se le supone) eran, por definición, masculinos. Por el contrario, la gestión (un término no tan lejano - cabe observar - del de ''gestación'') puede considerarse como una prolongación, en el campo del trabajo remunerado, de las tareas de cuidado que tradicionalmente han desarrollado las mujeres: mantener, organizar, administrar, ayudar, ocuparse, cuidarse de (to take care of, en la reveladora expresión inglesa)''. Fuente:(Desacuerdos 7)


Luego hay otra frase del libro El mundo deslumbrante, p 324, lo dice la hija de Harriet reflexionando post mortem el recorrido de su madre:
''Me pregunté por los deseos de mi madre, por sus aspiraciones. Este mundo en el que debes participar en el juego de ganadores y perdedores es tan agotador, tan desquiciante, tan humillante. Aún así y de algún modo, mi madre quería formar parte de él y Rune sabía cómo llegarle, dónde hundir el cuchillo.''
Si se tienen aspiraciones y se quieren lograr, toca ''luchar'', ''competir'', ''meterse de cabeza'', ''darse a conocer'' y Harriet sufre por eso, porque de alguna manera ella si tenía aspiraciones, si luchó, si trabajó, quería que su trabajo y su intelecto fueran reconocidos, como se reconoce a los "grandes" quizás. Pero su proyecto era complejo y habían muchas variables que no eran fáciles de controlar.

Al final de su vida, en su lecho de muerte, ella de alguna manera no estaba tranquila, se iba con la sensación de que algo había quedado truncado. Además quería seguir viviendo, amaba la vida, evidentemente se iba en contra de su voluntad. Su parte de madre, de esposa, de amante, de amiga las había cumplido y sus seres queridos más importante estaban ahí. ¿No es eso quizás lo más importante en el lecho de muerte?. Es interesante el hecho de que al no haber logrado lo que ella quería ''sus aspiraciones'', ''el reconocimiento'' de alguna manera se fuera de este mundo insatisfecha. ¿En el lecho de muerte se valoran los logros y éxitos profesionales, nos vamos de este mundo enojados por nuestros fracasos? Que levante la mano algún muerto y nos cuenta. 
Del resto del libro, hay muchísimas cosas interesantes que aportan cada uno de los personajes que construyen la historia, desde sus personalidades formas de ver el mundo, desde sus profesiones e intereses. Un interesante collage de perspectivas de quién fue esa mujer que con su obra quería denunciar la invisibilización de las mujeres en el mundo del arte contemporáneo y reivindicar las voces y rostros de aquellas otras artistas que en el pasado vivieron lo mismo que ella.

Y para terminar, que por otro lado la escritora Siri Hustvedt es completamente lo opuesto de Harriet, ya que si goza de reconocimiento como escritora y trataré de leer alguna otra de sus novelas anteriores. 
 

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