lunes, 28 de marzo de 2022

Entrevista con Aimara Babbar, sobre su experiencia con la danza, el Yoga, la salud integral y la educación


Aimara Babbar ©Giuseppe Gianotti


Cada vez estoy más convencida de que las personas, todas, tienen algún tipo de misión o de caminos por recorrer. También entiendo hoy que podemos realizarnos de manera multifacética y siguiendo muchos y diversos intereses a lo largo de la vida. Con momentos altos y bajos, intentamos conciliar nuestros deseos, con la realidad social, cultural y económica circundante.

A Aimara la conocí en la adolescencia, en ese mágico período en que una empieza a crecer, ansía más libertad, pero no es adulta del todo. Desde la primera vez que la encontré, ella parecía encarnar la libertad y la poesía -por sus movimientos al bailar y el desenfado con el que se movía por la vida-, pero también por su sensibilidad y espíritu soñador. Junto a mi hermana y otro amigo, vivimos muchas aventuras e historias juntos. Luego la vida nos fue separando poco a poco y nos llevó por rumbos diferentes.

 

Si bien siempre mantuvimos algún tipo de contacto, nos hemos vuelto a reencontrar -a la distancia-, ella vive en Lugano, Suiza y yo en Berlín, Alemania. Aimara me invitó a llevar clases de Yoga online durante la pandemia. Una tarde de invierno de finales del 2021, conversé con ella a través de zoom. Quería entender mejor su recorrido y la perspectiva desde donde ella ha enfocado su vida, a través del cuerpo, las artes, la educación y la relación cuerpo-mente.

 

 

¿Cómo fue tu primer contacto con el Yoga? ¿Qué fue lo que te llevó a buscar este camino?

 

Los excesos de una vida poco consciente de la salud durante la adolescencia me llevaron a querer hacer un cambio radical. Mi primer acercamiento con el Yoga fue a los 15 años en el Centro Médico Integral liderado por Javier Ortiz, sin embargo fue el contacto con los Vedas a los 18 años, -en una escuela filosófica de la Bhakti Yoga o yoga devocional-, lo que me ayudó a hacer un cambio en mi vida. Mucho más tarde en un viaje a la India pude confirmar que mi camino estaba relacionado con la salud integral. 

Lo primero que hice fue trabajar en mí misma, y luego gracias a mis estudios en ciencias pedagógicas y del comportamiento tuve más instrumentos para ayudar a otras personas a mejorar su calidad de vida. 

 

Aimara Babbar en su estudio ©Giuseppe Gianotti

Te has formado y has experimentado el cuerpo a través de la danza y del Yoga. ¿Qué diferencias ves hoy en día entre estas dos disciplinas?

 

Hay diferencias entre la danza y el yoga, pero tienen algunos puntos en común.

 

Hay diferentes niveles para entender el cuerpo. Si bien todas las personas pueden bailar, la danza profesional está regida por normas y expresiones corporales que varían según las culturas. Por lo general requiere de entrenamiento, de una exigencia muy alta y un profundo conocimiento del cuerpo. La danza de alguna manera busca el virtuosismo de los/as bailarines/as y también permite entrar en estados especiales catárticos y de mindfulness. La realización de movimientos y ejercicios simples de danza pueden ayudar a desarrollar la capacidad de concentración, la memoria, la coordinación, la relajación y lograr ciertos estados mentales específicos a la vez que dejamos que nuestro interior se exprese y se manifieste.

 

El yoga tiene una finalidad diferente, busca el equilibrio y la armonía en la vida y no tanto como una búsqueda de la belleza o la expresión de nuestro interior. Es una práctica muy antigua con una gran filosofía que busca explorar algo más profundo: interiorizar el movimiento, el autoconocimiento y el autocontrol. El yoga tiene como objetivo más alto disolver el ego, a través de la meditación, lograr un estado particular con la mente y el cuerpo. Con movimientos básicos se logran resultados muy efectivos y eficaces para relajar y tonificar el cuerpo o también recuperar el sueño.

 

Hoy en día se sabe que en muchas prácticas como la pintura, la danza, los deportes, se puede llegar a estados de concentración y consciencia absoluta de los sentidos. (lo que se llama el flow..).

 

Si bien ambos caminos son diferentes (danza/yoga), lo que buscan estas prácticas es la búsqueda interior y emprender un viaje hacia las profundidades, al encuentro con nuestro ser.


 

¿Se podría decir que la gente vive el cuerpo con malestar?

 

Las sensaciones, la sexualidad, la identidad y aceptación de como eres son algunos temas que varían según las culturas. Por lo general la gente tiene necesidad de reafirmarse y de ser aceptado/a.

 

Creo que mucha gente vive el cuerpo con malestar, porque no lo conoce o no sabe cómo manejarlo. Si desde niños/as tuviéramos una educación más enfocada en el cuerpo, más íntima y para desarrollar la escucha de nuestro cuerpo, tendríamos menos problemas en la sociedad.

 

Los niños/as que tienen la oportunidad de explorarse a través de la educación física, mental o en las artes, desarrollan una mayor sensibilidad y un mundo interior más robusto que son de gran ayuda para enfrentar la vida. 

 

El cuerpo se deteriora con el tiempo ¿En qué nos beneficia la práctica regular de yoga?

 

La gente presta muy poca atención al estilo de vida sedentario y a su salud integral, lo cual puede desarrollar estrés, insomnio, dolores de rodillas, dolores crónicos y de columna vertebral, falta de concentración, migrañas o problemas digestivos.

 

El estudio Yogandmore en Lugano ©Giuseppe Gianotti


Practicar Yoga de una a dos veces por semana, puede ayudar a mantener sanos los tejidos conectivos que unen y sostienen los músculos, tener más elasticidad, fortalecer las articulaciones, tonificar los músculos, tener buen equilibrio, mejorar la postura y la coordinación motora, mejorar la circulación de la sangre, ayudar a la memoria, eliminar los trastornos del sueño, así como mejorar la autoestima y mantenernos en línea. Pero el yoga no lo resuelve todo, debe ser complementado con buenos hábitos alimenticios y descanso suficiente. 

 

Si practicas Yoga por la mañana, tu día cambia de manera radical y te permite entrar en un estado particular, de alerta, mindfulness o como quieras llamarlo. Si estamos más conscientes, tomamos mejores decisiones y actuamos diferente de si no estamos conectados con nosotros/as mismos/as.


 ¿Es el yoga para personas de todas las edades y que tipo de yoga es mejor para las personas según su edad?

 

El yoga lo pueden practicar personas de todas las edades. Hay que adaptar el yoga a las personas, y no que las personas se adapten al yoga. 

 

Por ejemplo, el Yoga Asthanga se popularizó en los 70`s en USA y está más dirigido a jóvenes con un muy alto nivel de control corporal, de salud y resistencia. El Yoga Ashtanga realiza cambios de posiciones muy rápidos y fuertes creando lo conocemos como Vignasana. No todos los cuerpos están hechos para esta práctica. 

 

El Hatha Yoga es más dulce, más suave. Ideal para personas adultas y para la tercera edad.

 

En mis clases observo a las personas y adapto las actividades según el nivel de cada uno/a. Suelo mezclar una variedad de escuelas y estilos. También hago uso de técnicas del masaje tailandés que me ayudan a entender el cuerpo de otra manera, ofreciendo mejores soluciones para trabajar la postura según las necesidades individuales.

 

 

Sobre Aimara

 

Aimara Babbar ofrece clases presenciales y online de Yoga, - para grupos y empresas - además de varios tipos de masajes, terapias y aceites esenciales. Realiza diagnóstico de postura y consejos complementarios para las personas que buscan un cambio en su salud. Con un programa personalizado y gracias a sus conocimientos variados, - que incluyen también conocimientos de medicina Ayurvédica- ayuda a las personas en su proceso personal de cambio para mejorar su vida y vivir con mayor bienestar. Atiende en italiano, inglés y español. Escríbele o visita su web.


www.yogandmore.xyz

info@yogandmore.xyz
+41 786398002
Via Cantonale 1, 6900 Lugano

 


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